Los recursos que nos brinda la tecnología no pueden reemplazar al espacio físico del encuentro con otros, donde se produce una dimensión de la falta y del deseo. Sólo en presencia de otro cuerpo es posible hablar.
Pero el espacio de internet, puede ser un paso previo al momento donde se realice una consulta presencial.
La tecnología y la cibernética, Internet, celulares, Ipod, promueven otras formas de relación entre los sujetos, la virtualización de los vínculos; fugaces, evanescentes o permanentes, pero encuentros al fin.

El acortamiento virtual de las distancias, la aceleración de los tiempos, producen una nueva subjetividad que se abre paso.
Desde el ciberespacio, las nuevas subjetividades emergentes de una sociedad interconectada y multicultural, intercambian información, se comunican de esta manera particular.
Los medios de comunicación, las redes, los procesos de consumo son fundamentales en la producción de subjetividades contemporáneas.

El skype es una herramienta virtual que se utiliza cuando un paciente con un análisis en curso, emigra a otro lugar de residencia, o se ausenta por un largo tiempo de la localidad donde reside su psicólogo y no es posible movilizarse hasta su consultorio. O para crear las condiciones de acceso hasta llegar a la consulta presencial.

Es indispensable la palabra hablada, por lo tanto es necesario contar con auriculares, micrófonos, y cámara web.